Cadoblepensar     

Parte de guerra
Oscar Huerta


       Después de todo la operación ofensiva de Estados Unidos en Irak fue corta. Conviene hacer un rápido análisis a lo que hemos visto, estoy seguro que esto amerita mucho tiempo y explicaciones a detalle, pero por el momento haré un recuento breve, ya que probablemente en el número del mes entrante estaré hablando de un nuevo ataque contra Siria u otro país de la región.

1984
       Comenzaré con algunos comentarios respecto al aparato oficial de información, tanto de Estados Unidos como de Irak. El manejo de los datos y de las imágenes a llegado a límites de pesadilla orwelliana. De hecho podemos decir que Orwell sentó las bases de las modernas técnicas de uso y manipulación de la información.
       CNN comenzó a transmitir en vivo las guerras a partir de la primera guerra en Irak en 1991. Un canal que transmite 24 horas de noticias aseguraba la inmediata cobertura de los últimos hechos en el campo de batalla, así como en los círculos políticos con su red de corresponsales en los puntos neurálgicos de los conflictos. El ingenuo televidente encenderá el aparato televisivo para darse cuenta de los más recientes hechos. Sin embargo hay un delicioso truco detrás de estos supuestos.
       Al generarse la noticia en el frente de batalla pasa inmediatamente a un equipo gubernamental que califica lo que debe salir al aire y como debe de decirse, esta información sesgada es entregada con música de suspenso y terror más un sofisticado logo, una marca registrada que eficientemente ha sido diseñada por los comunicologos del canal. Recordara Usted a Winston Smith y el equipo del departamento de registro cambiando constantemente la información: inventando héroes, fabricando traidores, cambiando de enemigo constantemente (Asia Oriental, Oceanía, Eurasia, ahora es Afganistán, Irak, Siria), manipulando los indicadores económicos.
       Mientras la información es sintetizada, el lector es sometido a un ejercicio de enajenación. A la espera de nuevos hechos, son repetidos hasta el cansancio los anteriores datos oficiales: las imágenes generadas en computadora, tomas estáticas de cámaras situadas en algún punto de Bagdad. Los comentarios ridículos de sujetos anunciados como "especialistas en medio oriente y estrategias de guerra". Inconscientemente, la repetición establece la verdad, un mensaje que se reafirma eliminando las dudas (si es que las hubo alguna vez).
       El uso de los términos (neolenguaje) es determinante en la percepción del televidente. Por principio usar la palabra "guerra" es impreciso, el único calificativo que cabe en esta intervención angloestadunidense es "invasión", palabra vulgar que es suplantada por argumentos antagónicos como "operación libertad de Irak".
       Las transmisiones de Irak y medio oriente no son tan diferentes, sólo que la tendencia es en sentido contrario. La televisión Saudíarabe y de Qatar es más cruda, mostrando la porquería (real) de la guerra: los muertos y los heridos, los edificios en ruinas.
       Una vez que se fueron tomando las ciudades iraquíes me fue inevitable encontrar tan parecidas las fotos y pinturas de Saddam Hussein a la descripción que hace Orwell del Gran Hermano. La sonrisa y la expresión bonachona, la mirada directa, el bigote abundante. Y por todos lados aparecen cuadros y monumentos, donde algunos civiles hicieron uso de sus Dos minutos de odio para tumbar y quemar esas imágenes del Gran Hermano venido a menos.



¿Y las armas?
       Estados Unidos ha jugado un doble papel en este conflicto. Tiene la tecnología militar más avanzada del planeta y sin embargo bombardeo y mato civiles y reporteros accidentalmente. En una guerra no hay margen para los errores sobre el enemigo, los soldados no toman decisiones por su cuenta, siempre hay ordenes de los altos mandos. Con esto quiero decir que las bombas inteligentes sobre mercados y zonas habitacionales fueron lanzadas para crear terror en la población civil. Igual el cañonazo que hizo blanco en el Hotel Palestina donde murieron periodistas.
       Estados Unidos ha hecho lo necesario para arrinconar al enemigo y hacerse de los energéticos. Esto ha puesto en tela de juicio los motivos por los que vino a la guerra.
       Al momento nunca hubo ataques nucleares, químicos o biológicos por parte del gobierno de Irak. Si hubo un momento para hacer uso de estos fue justamente contra los invasores. La única explicación coherente es que no hay tales armas. Quizá sean plantadas algunas (ya aparecieron un par de tambos) por el mismo ejercito de Estados Unidos. Pero en el juicio de la guerra Saddam Hussein sale mejor librado que la dupla Bush-Blair.
       Era clave capturar o matar a Hussein, ya que fue tachado de terrorista. Sin embargo nunca fue capturado y peor aún, Rumsfeld declaro que no importaba Hussein siempre y cuando su régimen cayera y el país fuera controlado por lo que ellos llaman "la coalición". Así que el terrorista esta suelto (igual que Osama Bin Laden), y es una excelente noticia, porque ya esta lista la excusa para seguir interviniendo en otros países. Siria es el siguiente, quizá después Irán y Jordania.
       Ahora todo parece indicar que la guerra es un negocio de algunos funcionarios de gobierno. Se ha evidenciado que no hay una posición clara respecto a los pasos a seguir en la postguerra, Cheney y Powell han tenido desencuentros importantes. Mientras tanto compañías de gente cercana a Cheney han obtenido los jugosos contratos de reconstrucción: lindo negocio, destruir un país y luego regresar a construir con dinero de los contribuyentes estadunideneses y en menor medida con plata del resto del mundo.

La anti-inteligencia
       Los servicios de contraespionaje han ganado la partida a las instituciones de inteligencia. La grieta fue expuesta cuando el 11 de septiembre dejaron entrar y actuar a los pilotos que estrellarían los aviones en el WTC.
       De igual manera Hussein siempre escapo de los ataques aéreos. El primer día arranco la fase para decapitar el régimen, pero fallaron: pensemos: o los agentes simpatizantes a Saddam fueron tan rápidos y eficientes para alertar y salvar al presidente iraquí o, algún amigo de Hussein en Estados Unidos o Gran Bretaña ( y hablo de gente ubicada en la Casa Blanca y en las cámaras) avisó del inminente ataque.
       Se dice a manera de broma (aunque no es tan descabellado) que los fines de semana se juntan a jugar cartas Bush, Bin Laden y Hussein en algún rancho en Texas. Alguna vez fueron amigos, podrían volver a hacerlo. Cabe en otro caso, la posibilidad de que países que no simpatizan con Estados Unidos (Rusia y China) puedan estar dando refugio a estos personajes (Hussein, Bin Laden).
       Se podría estar cocinando una nueva era de guerra fría. Washington ha desdeñado a la Unión Europea y ha ahondado la brecha ideológica con el resto del mundo. Los resultados pueden ser catastróficos: puede formarse un eje de Israel y Estados Unidos que atasque la región en una espiral de violencia.


Las Naciones Divididas
       La ONU fue puesta a prueba de fuego y salió herida de muerte. Anteriormente había funcionado como la voz de la conciencia del planeta. Pero en esta situación desapareció ante el desenfreno de Bush.
       Estados Unidos ha mantenido (hablamos de dinero) viva a la ONU. Pero cuando necesitaba de su apoyo para legitimar la campaña militar esta le dio la espalda. El enojo de Bush puede desembocar en una disminución de fondos, de manera que el aparato burocrático termine ahogando la institución.
       Quedó demostrado que la fuerza prevalece. Así que en adelante se puede reactivar la carrera armamentista, con la producción de misiles balísticos de gran alcance y la producción de armas de destrucción masiva. Corea del Norte se declara lista y entusiasta en esta nueva era de guerra contenida.
       En adelante la ONU podría ser relegada al papel de espectadora. El consejo de seguridad fue incapaz de llevar a buen termino la más grave situación que ha enfrentado después de las resoluciones respecto a Israel, Palestina y los territorios ocupados. Su porcentaje de efectividad ha sido deficiente. Le queda la tarea de contar a los muertos que vayan dejando a su paso Ariel Sharon y George W. Bush.

La incertidumbre
       Irak se ha convertido en el peor de los infiernos. Los civiles y las tribus se están matando en las ciudades y en las áreas rurales. Los soldados que ocupan la ciudad están asesinado a cualquier persona que les parezca sospechosa (hay que seguir con detenimiento las crónicas de Robert Fisk de The Independient). La población civil esta muriendo victima del bombardeo, por enfermedad y por hambre. Los deseos libertadores han resultado en una criminal demagogia.
       Los mercados internacionales siguen tambaleándose y el duelo por los despojos de la guerra se pelean a cada centímetro, desde la deuda Iraquí a Rusia hasta los contratos de operación del petróleo y reconstrucción de las ciudades.
       Tampoco parece que la historia nos dará tiempo de reponernos de la sorpresa y el horror. Se nos vendrán encima más guerras y más atentados. Cualquier día podemos ser acusados de conspirar contra el imperio.
       Los tiempos de paz y seguridad han terminado.



Oscar Huerta
Guadalajara, México. 1971.
Director de
al margen.
abril
2003