Hacia las candilejas, deslumbrada,
una mujer desnuda abre
sus claros ojos ciegos a la nada.
José Ángel Valente |
esbelta
la tarde nos ciñe
quedamente
húmedamente
pendemos
del bermejo móvil
cansados
vimos
llover
desaparecemos
desde esta alcoba/ vitral de silencios
de pronto la hendidura
el poema
cerco donde la luz se reconoce
insular impenetrable
trampa entre fulgores
sendero transparente
extravío
de ascuas o
laberinto
que
engarza las heridas
r
e
l
á
escribes desde el m
p
a
g
o
tiendes una
dos
tres
cuatro
horizontales
tras
el párpado de
otra
llovizna
demoras un último verso para no incinerarte
bajo la quietud del resplandor.
Rodrigo Flores
Fundador y miembro del consejo directivo de la revista de poesía "Oráculo".
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