Un guerrero de metal
tensa su ballesta
el otro de piel
dispara la flecha exacta
hiere el brazo blanco
distrae su tino al aire
son tantos guerreros desnudos
cae la flecha
atraviesa un cráneo de plumas
incontables lunas dura la batalla
siguen lloviendo cráneos desnudos
atravesados por rosarios de hierro
como escupitajos de fuego
pero los blancos heridos
por flechas exactas
nacen con más heridas
por cuerpo
las cicatrices devoran su piel
tatuada de hijos sin brazos
y lenguas de ballesta
disparan flechas idiotas
asfixiados con el peso de sus corazas
en la garganta tensan cuerdas distraídas
disparan a sí mismos al aire
hieren sus cicatrices
sus hijos se vuelven blancos exactos
los guerreros de metal oxidan
engarzan sus lenguas verdes
los vuelven rosario de insignias
los guerreros de piel desnuda
siembran sus flechas exactas
abonan con plumas
el color de la tierra
curan las heridas de sus cráneos
con saliva de aire
cosechan lunas de fuego
miran alto cómo llueven serpientes
la piel exacta
de sus cuerpos nuevos.
Ivan Leroy
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