caracoles     


Los caracoles y algunas consideraciones de la autonomía
Oscar Huerta


El caracol susurra en el oído que otra sociedad es posible.
Su voz es la voz de la justicia.
A través de ella habla la dignidad de un pueblo.

           Luis Villoro


    La frenética actividad de la campañas políticas no dejo espacios y tiempos para otros asuntos importantes en el pulso político del país. Después de constatar y hacer oficial que el efecto "Fox" se desvaneció por completo, los demás actores políticos han revivido y tomado papeles protagonicos de inmediato. Carlos Salinas de Gortari apareció sonriente en la escena política, destapes en serie: Sahagún, Castañeda, Alemán y otros han replicado el madruguete -estilo Fox también- para colocarse en la línea de salida rumbo al 2006. El subcomandante Marcos y los Caracoles sobresalen en las novedades postelectorales en esté 2003.


Un meridiano llamado Oventic

    A diferencia de las formas gastadas y recurrentes (entrevistas banqueteras, declaraciones en los espacios noticiosos, etcétera) que se acostumbran para dar la nota. El proceso zapatista está dando otro paso con el encuentro que se ha realizado en Oventic. Aunque algunos lo describen como un cambio de rumbo y en el extremo otros claman que no hay noticias en el frente, Oventic es la continuación del lento evolucionar que las comunidades chiapanecas emprendieron bastantes lustros atrás, acompañados por personajes claves: como el Obispo Samuel Ruiz y su trabajo pastoral en la región.
    Varios elementos podemos destacar de la madurez del proceso. Tres signos concretos:
1. La eliminación de los retenes del EZLN y la interrupción del cobro del impuesto a los transeúntes por la zonas de influencia zapatista.
2. La implementación de Las Juntas de Buen Gobierno.
y 3. La ausencia del subcomandante Marcos en la inauguración de los Caracoles.
    Es evidente que el EZLN ha dejado el protagonismo y el su control predominante para dar paso a una participación más fuerte de la sociedad. Una sociedad que seguramente comparte y está convencida de la viabilidad del proyecto de los municipios autónomos, un convencimiento que se traduce en las tomas de responsabilidades de administración y principalmente en la impartición de la justicia.

    Se ha hecho énfasis en el carácter incluyente de estas Juntas de Buen Gobierno, donde no sólo se limita a los simpatizantes zapatistas, sino a todos aquellos que reconozcan la calidad moral de estás nacientes instituciones.
    La autocrítica es un síntoma sano y que permite el optimismo. De antemano los comandantes (y previamente en los textos de la "treceava estela") reconocen que no será sencillo conducir las nuevas instituciones. La apertura que implícitamente significa el retiro de retenes y cobros es una invitación a que muchos ojos sigan con detenimiento el transcurso de las Juntas (ojos de los habitantes de la región, ojos de los observadores de la política nacional y por supuesto, de los ojos extranjeros que con detenimiento siguen el caminar de las comunidades rebeldes). Por supuesto, hay que tomarles la palabra y hacerlos objeto de estudio.

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    Deja Marcos de ser vocero, y la esperanza recaerá ahora en esos Caracoles que habrán de encontrar su propio tono al expresarse. Si bien es de esperarse que Marcos eventualmente siga haciendo sus entregas en Rebeldía o en La Jornada en su calidad de mando militar del EZLN, entonces queda pendiente cuáles serán los canales de comunicación que utilizarán los Caracoles, ¿seguirá estando la infraestructura cibernauta a disposición de los Caracoles?


Los efectos colaterales

    Presentes los representantes del Congreso Nacional Indígena en los Caracoles, han hecho suya la tarea de promover la autonomía indígena en el resto del país. Bien podemos decir que entonces que los Caracoles son apenas la punta de lanza de movimientos similares en otros Estados del país con presencia de poblaciones indígenas en zonas geográficas especificas. El reto es mayor si consideramos que no cuentan con el reconocimiento y la popularidad de Chiapas. Las acciones que los gobiernos estatales emprendan al respecto no serán necesariamente la mismas que el gobierno de Pablo Salazar M.
    Pero el modelo no sólo puede funcionar en el caso de la población indígena, cualquier comunidad o municipio que consideré que sus intereses como sociedad civil no son representados por alguno de los tres niveles de gobierno (Municipio, Estado, Nación) puede hacer suyo e instaurar un gobierno autónomo, no importa la ubicación de la comunidad en cuestión (sea rural e inclusive urbana).
    Los tres niveles de gobierno tienen que adoptar una posición clara al respecto. El Secretario de Gobernación Santiago Creel, así como especialistas en derecho constitucional han expresado que las Juntas de Buen Gobierno no contravienen el espíritu constitucional, no hay daño (por lo tanto delito) que se infrinja a las leyes federales. Y aunque esto es cierto (aunque no nos lo han explicado claro y con detalles), tampoco es sano que la situación de las comunidades autónomas queden en un limbo legal.
    Habrá que hacer ajustes y modificaciones a la Constitución de manera que cualesquiera que sea el origen de una comunidad autónoma, sea también plenamente reconocida en el concierto del federalismo. Con todos los alcances y las limitantes que por supuesto se asume habrán de tener.
    Los órganos legislativos podrían ser el fango en el camino del crecimiento legal de las comunidades autónomas. La experiencia reciente dejo un mal sabor de boca. Se dijo insistentemente que la iniciativa que envío al Congreso el Presidente Vicente Fox (respecto a los temas indígenas) fue poco seria y una vez en las cámaras, la interpretación y la redacción del texto final no fue del agrado del CNI (Congreso Nacional Indígena), del EZLN y de los otros actores simpatizantes con la causa zapatista.
    Un punto latente que volverá a aparecer es el conflicto de intereses que significa el respeto de los municipios autónomos y otros proyectos globalizadores, como el bautizado Plan Puebla Panamá. Las voces que cabildean con los legisladores seguramente tendrán eco en una eventual votación, y son actores desde los organismos internacionales de desarrollo hasta los mismos pueblos que se verán afectados por el trazo de la ruta. Sea cualquiera el resultado, habrá intereses lastimados, en función de perdidas y ganancias.


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La autonomía como respuesta al vacío del poder

    En el transcurso de la historia van quedando asuntos importantes que nunca se han resuelto. El sometimiento de las comunidades nativas por parte de las fuerzas colonizadoras (e invasoras desde otra perspectiva) van dejando la marca imborrable del despojo. El sentimiento de perdida de identidad y de la imposición de formas diferentes de vida (escalas de valores, practicas económicas, asuntos culturales y religiosos) automáticamente desligitimizan a la autoridad en el ejercicio de poder.
    Una vez que las formas de gobierno no satisfacen las más esenciales demandas de justicia, las expresiones de rebeldía y resistencia se van multiplicando, hasta llegar en caso extremo a una forma de gobierno autónomo.
    Pero existe un peligro según se interprete el vacío de poder. Podemos pensar que esta justificado en su totalidad la defensa de la identidad indígena y el derecho a la libre autodeterminación, pero si traspolamos la ausencia de poder a otros terrenos, podemos obtener resultados delicados.
    En el caso de Atenco encontramos una comunidad que se vio sorprendida ante un proyecto para construir un aeropuerto que cambiaría dramáticamente la forma de vida de la comunidad, desde las expectativas de oficio hasta el cambio definitivo de la habitación. Las consecuencias son bien conocidas por todos. El proyecto se vino abajo y en el transcurso del conflicto hubo expresiones de violencias alarmantes (por ejemplo el secuestro de policías). Aún en días pasados las elecciones se vieron manchadas en Atenco por la quema y destrucción de las urnas y el material electoral. Atenco, por supuesto es una comunidad autónoma de facto, cuando los intereses comunitarios o sectarios (ya que no podemos afirmar que las decisiones sean respaldadas por la totalidad de la comunidad) se ven amenazados, los dispositivos de autonomía se activan de inmediato (machetes, la toma de carretera, el lenguaje beligerante, etcétera).
    La raíz más primigenia en estos dos casos (Atenco y los Caracoles): el desconocimiento de la autoridad y entonces, las formas propias de autodeterminación. Es aquí donde las reglas claras del juego (una Constitución clara y bien calculada) son el único camino para garantizar y reconocer la existencia de comunidades autónomas.


La autonomía: valores y disfunciones

    La autonomía per se es una cualidad de valor incalculable para cualquier sociedad que haga un buen uso de ella. Para una universidad representa la garantía de que ahí se pueden ensayar (discutir, poner a prueba, juzgar) libre y responsablemente modelos y teorías sociales (aparte de toda lo que es estrictamente ciencias exactas). En las religiones la autonomía (moral por su naturaleza, y aunque con ciertas prerrogativas en algunos casos en lo social) puede otorgar a los individuos de esas comunidades una mayor calidad de vida, a la guía de los preceptos y dogmas que no interfieren en el terreno de lo Constitucional.
    Cada instancia autónoma permea el tejido social y hace que sus valores a su vez enriquezcan el todo social (por todo englobo a las expresiones culturales, la sensibilización a la diversidad ideológica, y hasta en las costumbres cotidianas). La autonomía delimita algunos rasgos propios de cierta comunidad, pero respeta al mismo tiempo las expresiones del resto de la sociedad.
    Si se logra que las cualidades y las experiencias trasciendan los Caracoles y puedan aportar elementos a la vida política y cultural del resto de México, entonces estará más que justificada la existencia de esas y otras comunidades autónomas. De igual manera en sentido contrario, aquellas comunidades pueden adoptar costumbres y hábitos para irse integrando al concierto de la vida nacional, aumentando su participación en la economía y en el dialogo de temas importantes para el país.
    La autonomía tampoco está exenta de riesgos y disfunciones. Malentendida y mal usada la autonomía se puede convertir en pequeñas comunidades que se desentienden de la sociedad, pequeños clubes de intereses particulares.
    Así como las universidades pueden alojar a estudiantes y profesores mediocres que no tengan el habito de la crítica y el razonamiento, entonces la autonomía pierde su peso especifico y se vuelve inexistente. Así como las religiones pueden tener miembros que se mueven de acuerdo a sus conveniencias y no a los dogmas, es entonces cuando esas comunidades autónomas perjudican y transmiten valores negativos al resto del entramado social.
    Que los Caracoles no se conviertan en pequeñas islas heroicas, donde el único medio y fin sea la resistencia, donde sólo se incube el idealismo izquierdista y no beneficie a la comunidad nacional e internacional.



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Recuento de los retos

    Tomando en cuenta que el fin último y el propósito de las iniciativas de las comunidades autónomas es integrarlas paulatinamente y plenamente en sus derechos (y también en obligaciones) al resto del país, tenemos que visualizar algunos retos que deberán ser calculados y en su momento resueltos en las instancias legislativas, no importa la cantidad de años que esto implique.
1. Las formas de interacción entre los Caracoles y el resto de las comunidades y los Estados no autónomos.
2. Definir las formas de comercio (entre las mismas comunidades y hacía afuera).
3. Promover canales efectivos de comunicación y difusión.
4. La eventual aplicación de tratados internacionales, o en su caso la excepcionalidad.
5. Cobro y aplicación de obligaciones federales (impuestos, fiscalización, auditorías).
6. Asignación de partidas presupuestales a las comunidades autónomas.
7. Relaciones de los órganos de justicia federal y local.


    Debe quedar muy en claro que las transformaciones (el proceso de reformas jurídicas, así como la evolución misma de las comunidades) no suceden en 15 minutos, sino que llevan años de esfuerzo continuo. Este esfuerzo de largo plazo debe ser comprendido y apoyado por el aparato gubernamental, por las comunidades implicadas, así como por el grueso de la sociedad civil e internacional.
    La utopía zapatista, como es mencionada por algunos comentaristas y analistas internacionales, se esta transformando paulatinamente en una realidad que indiscutiblemente ofrecerá un modelo alternativo de gobierno, justo en el momento en que el capitalismo globalizador tiene al borde del colapso a las sociedades por todo alrededor del planeta.



Oscar Huerta
Guadalajara, México. 1971.
Director de
al margen . net

oscar@almargen.net


agosto
2003