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Ya sabemos que los medios de comunicación son dueños de la palabra difundida,
y a través de ella no sólo comunican hasta el último detalle de sus culturas,
del orgullo de sus políticas o de sus protagonismos heroicos -habitualmente
sin más reglas que sus conveniencias-, sino que difunden todos sus problemas
por muy nimios al mundo. Los comunican para ser resueltos, con el gran
poder de sus medios de comunicación, una y otra vez: para ser resueltos...pronto.
Por ejemplo, el quitarse arrugitas de la cara.
Por eso, los medios de comunicación de los países ricos -donde los hay en mayor cantidad y mejores- ya tienen el mejor negocio de toda la Historia: el de tener garantizada la difusión y la celeridad en la resolución de sus problemas -porque pasan a ser los que cuentan, porque consiguen la dictadura de los que cuentan-.
También, dentro de uno de estos países, que el hijo de un famoso -de hacer el tonto- tenga un problema o el señor Ministro no es lo mismo que lo tenga un pobre o un mendigo, de eso se encargan periódicos de derechas finas corriendo o de los que quieren líneas afines.
Así, la responsabilidad se concentra -digamos- en esta paranoia ante la realidad, porque sencillamente los intelectuales de estos países ven el mundo desde puntos de vista -de locuras- y no desde un examen global o imparcial, desde una consideración o respeto o vergüenza a todo lo que huela a ser humano.
Así, llenan los programas televisivos y las revistas de espectáculos gratuitos o vacíos y de intelectuales analizando vacilantemente esos espectáculos vacíos, algo que a Berlusconi le provoca dar saltos de alegría y a Antonio Machado por ejemplo le hubiera partido el alma. |
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Pero la gente no puede elegir, es lo lamentable, porque es lo que han impuesto los que tienen dinero para derrochar en esos programas y para editarles a sus adeptos intelectuales sus obras completas en poco tiempo, ya con la campaña publicitaria adecuada que les hará triunfar siempre -el dinero aquí todo lo puede-.
Recuerden, resumiendo, que el problemita del rico -o del manipulador que los defiende- es el que está rápido en todos los medios de comunicación: por ser el conocido -por repetición- para ser resuelto tras tanta presión patriótica o divulgativa, para exponer una realidad "derechota" y manipulada, para un buen bienestar de tráfico de privilegios.
También. recuérdese, que los gobernantes difundiendo la necesidad de una mayor seguridad, gastarán millones de euros o de dólares en armas, porque los medios de comunicación los quieren más que al que diga lo contrario, eso demuestran por lo menos.
Ahora comprenderéis algo más que personas como yo no interesan o no deben tratarse como a personas, ya que molestan siempre: son demasiado honestas.
Pero, el negocio es el negocio.
José Repiso Moyano
San Marcos, Málaga,
España. Ha publicado: Cantos de sangre (Ediciones Rondas,Barcelona,
l984) y La muerte más difícil (Ediciones Torre Tavira, Cádiz, l994). Ha
ganado los premios: "Ángel Martínez Baigorri" de Navarra; "Encina de la Cañada"
de Madrid. Es asesor literario de la colección Torre Tavira de Cádiz. Ha
colaborado con ensayos, artículos, poemas en más de 100 periódicos de todo el
mundo.
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dic
2003
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