la nomenklatura       


No sea necio, Señor Presidente
Alejandro Barragán


          Los medios de comunicación se han saturado de mensajes que acusan a más de la mitad de nuestros diputados de traidores y de culpables del estancamiento de nuestro país.

          Los diputados y los políticos en general, no son precisamente mi clase social preferida, pero en esta ocasión, me gustaría exponer mis ideas, defendiendo a los diputados agraviados en este asunto de la no aprobación de la tan sonada Reforma Fiscal.

          En primer lugar, no entiendo la razón por la que haya personas que se sorprendan de que la Reforma Fiscal no haya pasado. Me extraña su sorpresa, pues las posturas del PRD y del PRI no han cambiado mucho desde el inicio de este tema –hace ya más de 3 años-.

          Inclusive, las plataformas electorales de las campañas de dichos partidos fue muy clara en las pasadas elecciones del 6 de julio. Ambos partidos prometieron a sus votantes que no permitirían el impuesto a los alimentos y las medicinas. Y ganaron la mayoría en el congreso. Si eso no es democracia, si esa no es la expresión popular, si esos legisladores no son la voz de sus representados, simplemente no entiendo la razón por la que se celebran las costosas elecciones de los diputados cada 3 años.

          Por otro lado, me da risa el berrinche presidencial justo después de la parada en seco de la propuesta. También me sorprende su extrañeza. Seguramente, su alianza con la maestra Elba le daba la seguridad de que su reforma, después de tanto tiempo, se aprobaría... Pero las cosas han cambiado desde que él está en la presidencia. Una de ellas es precisamente que el presidente ya no es capaz de mover al unísono las voluntades y los votos de los legisladores como sucedía en el pasado. Eso que tanto criticó del régimen anterior, es precisamente lo que le hizo falta.

          Los diputados, debemos entender, fueron elegidos en sus distritos para tomar decisiones por nosotros. Y deben de gozar de la libertad de elegir lo que ellos consideren justo para los mexicanos. Y mientras la mayoría de los diputados no esté a favor de la reforma, nunca se aprobará.

          Y me da gusto.

          Yo no me he dejado influir por los mensajes en los medios de comunicación que los acusan de frenar el desarrollo. Y coincido con esos diputados y los felicito por su valor.

          Por muchas razones que me gustaría exponer en otra participación, estoy en completo desacuerdo con el impuesto –cualquiera- a los alimentos.

          Entiendo que el gobierno necesita dinero para financiar sus gastos. Para generar los empleos, para mejorar las variables macroeconómicas... Lo entiendo. Pero cobrar el IVA a alimentos y medicinas no es la única manera de lograrlo. Y nuestro presidente esta obsesionado con su propuesta que le impide ver otras alternativas igual de eficientes que la suya.

          Una forma eficiente de hacerse de dinero es, simplemente, ampliar la base de contribuyentes y poner en cintura a todos los evasores millonarios que andan por ahí, seguramente, pidiendo que se graben los alimentos. Mientras la secretaría que se encarga de la recaudación no logre capturar todas estas irregularidades, nos seguirá haciendo falta dinero.

          Una reducción del gasto corriente. Una disminución a los insultantes sueldos y prestaciones de nuestros funcionarios ejecutivos y legislativos. Eliminación de secretarías y departamentos inútiles. No me consta que los haya, pero ¿no cree usted que le puedo atinar sin mucho trabajo?

          Vaya, creo que el desgaste que nuestro presidente ha tenido tratando de lograr un consenso, ha sido inútil. Si en lugar de eso, se hubiera preocupado por hacer más eficientes sus operaciones, y más efectiva su recaudación, no lo dudo que ahora estaríamos hablando solamente de la captura de Saddam Hussein.

          Hoy, en la televisión, vi un comercial que dice que esto que ha pasado es una tragedia... que es un golpe muy fuerte para los intereses de la nación... que ellos, que sí votaron a favor, sí hicieron su trabajo y han cumplido.

          Ese tipo de comerciales, también me dan risa... Por un momento me imaginé qué tipo de comerciales hubieran pasado si Vicente Fox no hubiera ganado la presidencia:

          “En este país hay gente que, inexplicablemente, no quiso que nuestro país creciera en 7% anual, y que el conflicto en Chiapas se resolviera en 15 minutos...”


Alejandro Barragán
Subdirector de al margen . net.


dic
2003