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Marea
De niño, nunca desperté frente al mar
De niño, lo más oceánico que recuerdo es el color azul y su espejo infinito
Tengo sus manos entre mis besos y disfruto de saber que mañana serán un
vívido recuerdo
Como un arqueólogo ciego memorizo sus líneas
Con mi corazón escucho el palpitar de su sangre
Inmortalizo el instante en que una nube brota de sus palmas
Todo para mañana
Cuando de nuevo habite el voluptuoso vaivén de su vientre
Intermedio
Los hombres representan un peligro omnipresente.
Dan la mano y olvidan, no recuerdan
cuando eran dioses y las amapolas se erguían
hasta convertirse en apetito amoroso, en placer
que no se limitaba a frotarse los miembros.
Los hombres han dejado de ser hombres. Y no consiguen saberlo.
Conquistaron, a su entender, las alturas,
para contaminar de vértigo sus sueños.
Los hombres extraviaron su pasado.
Otoniel
Guevara
Quezaltepeque, El Salvador, 1967.
Fue militante
guerrillero del FMLN, del cual se desvinculó completamente al terminar la
guerra.
Fue miembro fundador de los grupos de poetas "Xibalbá" de El
Salvador e "Imagen" de Nicaragua. Ha publicado los libros "Tanto",
"El sudario del fugitivo", "Despiadada ciudad", "Cuaderno
deshojado" y "Lo que ando".
Es director de la Revista Cultural "Alkimia" y de la Revista
"Solopoesía", las cuales organizan el "Encuentro Permanente
de Poetas en El Salvador" |
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Enero
2004
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