caleidoscopio       


Cuarto blanco
(The Cream)*
Luis Medina Gutiérrez



Te preguntarás por las calles,

las vivas y las muertas,

por la vía Escobedo

con sus huesos desnudos,

lacerados por un tren subterráneo.



Por las mañanas que entraron en el zaguán,

y manosearon de luz las flores

y las piernas de Artemisa.



Por las noches que abandonaron

a sus hijos de sombra en la puerta,

mientras Patricia desenredaba

la madeja de su corazón en la boca de Francisco.



Por la azotea del tesoro

con los cigarros Impala

y las revistas Caballero y Él

en una veta de ladrillos:

“Mónica piano, piano mío”,

recostada en un sofá de pieles

llamándote desde el espejo de papel,

ofreciéndote sus senos de oro

               como

dos diamantes en tus manos

y un dorsal en tus ojos


               como

joyas en tu cofre de jadeos.



Te preguntarás por esa casa de jorobada luz,

donde tu madre y hermano

trabajaban a destajo,

pegando cientos de imanes en figuras

para máquinas tragamonedas.



Por esos cuartos de adobe,

ahí te anidabas

como una parte del rompecabezas perdido.

Para ir al baño tenías que atravesar el patio,

la escuálida luna y la solitaria penumbra;

llegar al retrete de barro

y desprenderte de miles de ojos



Por la hermana de Manuel,

cuando se bañaba,

el camisón y el agua,

eran absorbidos por dos grietas de su cuerpo.



Te preguntarás por esas tardes sin escuela

brincando a la cancha de la calle,

quitándole el balón a las llantas de los autos;

corriendo de las manos pintadas

en el martes de carnaval;

mirándote crecer con el ardor en la cara,

untándote crema Colgate en esos granos

para que no los vieran Sofía, Virginia o Patricia;

con una extraña vegetación entre las piernas,

y con un irremediable deseo de sentir las cosas.



*Del poemario inédito “Derrama el vino”

Luis Medina Gutiérrez
Guadalajara, México. 1962.
Realizó estudios superiores (Licenciatura y Maestría) en la Universidad de Guadalajara.
Fue instructor de natación, guardavidas y secretario del Cuerpo Oficial de Guardavidas.
Entre los reconocimientos obtenidos destacan el Premio de Poesía Joven “Elías Nandino” en 1989, el Premio de Poesía “Ramón López Velarde” en 1994, el Premio de Poesía de Tijuana en 1998, y el Premio de Ensayo Malcom Lowry en 2003.
Tiene publicado los libros de poemas: Albercas con cielo caído (1991), Una isla desde la ventana (1994), Héroes (1995), Lapidación del mar (1996), y Aura de la estatua (1998). Es docente e investigador de la Universidad de Guadalajara, así como director del suplemento dominical La Cultura en Occidente del periódico El Occidental
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mayo
2004