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Vació el teamo
vació el teamo que anudaba su cuello
en el tapete gris de los sinpasos
cerró la mirada compasiva ante el asombro
ante la inminente huída de la luz
Pensó
que para levantar al caído debía ser fuerte
y presionó el dedo en la puñalada
no supo
que los derrotados necesitan de caricias
Hoy que el papel…
hoy que el papel
se empeña en blanco
que la tinta azul
se secó de pronto
que no hay orquídeas
en el pelo de la tarde
ni el lente proyecta imágenes
sucumbidas de prasmas
hoy que todo es un reloj
te escribo.
Karina Sacerdote
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