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1
Me quedo
con el vino en la copa,
el rojo
vermouth
que llevamos en la sangre.
2
No me importa
ser sedimento
o nube.
3
Se muere cada día
en las calles
laberintos que se multiplican
en la imaginación.
4
Ella termina siempre por regresar.
5
Llueve
los arroyos torrenciales
nos arrastran
inevitablemente.
6
Con la lluvia
olvidamos
nuestras propias lágrimas.
7
Navegamos
a la deriva.
8
En este mar que es la imaginación
el cuerpo es la única evidencia.
9
En el espacio
cielo, tierra y mar
ahí
el amor perdido.
10
El oleaje
moja nuestros pies
se cuela en todos los rincones.
11
Nubarrones grises
el olor del verano muerto
nos recuerda
nuestra naturaleza.
12
¿Qué comeremos hoy?
13
Los chicos juegan
en un idioma que ya no conocemos.
14
Nosotros
nos limitamos a soñar.
15
Ana simula estar viva.
16
Nunca he recibido
contestación a mis plegarias.
17
Se hace tarde
aún no sé que vamos a comer.
18
La televisión nunca se apaga
nos corren imágenes
por las venas.
19
El viento frío
hace caer las letras de los árboles
los pájaros se quedan sin comida.
20
La memoria se nos marchita
las voces se apagan
nos embriaga el sentimiento de perdida.
21
No es consuelo que ella siempre termine por regresar.
22
Haré volver la lluvia
y sus caricias se me escurrirán por el cuerpo.
23
Terminaré resfriado
tomaré te.
24
El teléfono siempre suena a las 8 y media
ya sé quién es
sólo hoy
no contestaré.
25
Ana se preocupa cuando nadie contesta.
26
Por la ventana
observa un pedazo de luna.
27
La distancia significa mucho.
28
Cuando la noche la vence
cierra sus ojos
y derrotada duerme.
29
Tampoco es consuelo soñar.
30
El hambre aprieta
el amor perdido
también.
Oscar Huerta
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