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Y mi voz quema dura
Villaurrutia |
Quién me siente.
Como siento a Dios comiéndose mi cuerpo.
Nada tiene que pensarse.
Él no nos salvará del dolor.
Siempre estaremos ahí.
¿Para qué nombrar sin ver?
¿Para qué hincarse a pedir perdón?
Quién siente....
Quién piensa intensamente.
Nunca vemos
qué cuerpo se desmorona,
qué sangre muta en lama,
qué garganta se consume.
Nunca vemos,
pero algún día uno se desmorona
una muta
una se consume.
¿Te molesta que te pregunte?
Entonces dime – si puedes-
Quién siente ardor en el ombligo perforado,
en la cabeza que cae,
la distancia haciéndose pequeña,
volviéndose hacia uno.
Dime – si puedes – qué haces sentado
entre duendes y cobijas,
en lugar de carne y hueso.
¿No sientes pulverizarte
en la distancia?
Quién nos vuelve sensible.
Quién me ama,
quién me extraña
como yo.
¿Te halaga que te toquen y se acerquen?
¿Alguien ya lo dijo?
¿Quién?
¿Quién siente
el aleteo de un millón de mariposas
en los oídos?
¿Quién se envuelve en pequeños espacios?
¿Quién cuenta la distancia con recuerdos?
¿Quién siente la soledad vacía soldándole los músculos?
¿Quién tiene sífilis?
Siento el dolor en la garganta de la O,
en la ausencia a mi lado,
en el espacio
lleno
de distancia
entrecortada.
Cubro el rostro y lloro, sin contenerme vomito.
¿Quién no ha vomitado su paranoia?
¿Quién tiene vergüenza?
¿Quién se avergüenza de amar, fallar, matar?
Allí está la puerta.
Leticia Cortés
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