|  | El río lleva su espuma
 
 como nieve que desaguan
 las montañas, altivas como Dios.
 La nieve de burbujas alivia
 los petalados rosas de su piel;
 la seda hecha carne, los músculos
 labrados por Afrodita y Cupido.
 Sus ojos, como mundos que giran
 en el eje de su alma, están desocupados de mí.
 Las hermosas nieves nievan bajo su cintura.
 El río acarrea su vestido
 como el mejor tesoro del censor,
 como el símbolo de mi fracaso.
 ¿Estamos lejos o estamos desconectados?
 ¿Aquí soy o sólo estoy?
 Me acerco como el cervatillo
 a beber las aguas; bendecidas
 en verde o azul, en la piedra blanca
 ovada por los siglos; como sales esferoides
 a las que endulza el cuerpo de los pétalos;
 sus ojos están desteñidos de su tintura opaca:
 ahora me mira.
 Ahora comienzo a hablar.
 Y estamos los dos.
 
 ¡O somos los dos!
  
 
 
 Daniel Alejandro Gómez
 Gijón, España.
 Estudió Letras y Análisis de Sistemas. Publicó en antologías impresas (Red Arco Iris, CIEN, Mis escritos) y en la red (revistas Voces, Mis escritos, Figaro, Mecenas, Parole, Letras perdidas, etc). Publicó la novela electrónica Sembrar palabras.
 |  | agosto
 2004
 
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