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La Pasión de El Cristo Oscar Huerta |
Con "La Pasión de El Cristo" las percepciones se hacen radicales porque hay muchos referentes para juzgarla, por ser un tema y eje de la religión católica. Por principio quiero señalar que considero de mal gusto las múltiples entrevistas al director y actores, así como algunas anécdotas y curiosidades que rodean a la cinta. Una película es el resultado -obviamente- de la visión del guionista y director principalmente, los interrogatorios interminables sobre la vida personal o los motivos de la cinta me resultan inútiles, al final de cuentas la cinta debe hablar por sí misma. Esas preguntas me hacen sospechar que: 1. la obra no se alcanza a comprender en su totalidad, o 2. se busca alguna nota amarilla que pueda ser noticia y venda escándalo. Si Cavaziel tenía 33 años al filmar "La Pasión" eso no lo hace un mejor actor, no lo hace ni más ni menos "Cristo", como tampoco hace mejor o peor a la película, ese tipo de información sobra, no es necesaria. Ahora, veamos a "La Pasión de El Cristo" como un objeto de arte, como un resultado del artista, como un detonador de los sentidos de la audiencia. Imposible afirmar que la película es el reflejo fiel, una versión gráfica "oficial" de los evangelios católicos. En el transcurso de la breve trama (por el espacio de tiempo que captura) existen varias imprecisiones e interpretaciones vagas, algunas de éstas son intrascendentes como la escena dónde María y Magdalena secan la sangre de la flagelación con unas mantas, o como el simpático Herodes que se muestra consagrado al desmadre y al ocio, exagerando su apariencia hasta puede sugerir homosexualidad. Lo que considero más grave es la constante aparición de un andrógino diablo que acompaña toda la ruta a Jesús. Si nos atenemos a los textos evangélicos las tentaciones del demonio suceden en los cuarenta días de reflexión anteriores a la pasión y nunca en el transcurso de la vía dolorosa. Resulta inquietante un diablo desafiante y sugiere que todo el episodio de la pasión es solamente una pugna entre el bien de Dios y el mal de ese diablo presente, parecería que los hombres son solamente un juguete, que los hombres son inocentes porque son víctimas de los deseos e influencia del diablo. Jesús es víctima también, no hay gran actuación de Cavaziel porque se limita a sufrir y ocupar el centro de la pantalla, la mirada profunda del actor se pierde con su vacía expresión facial. Destacadísima por el contrario resulta la actuación de Maia Morgenstern como María madre de Jesús. Su presencia es poderosa: acompañando el sufrimiento de Jesús, la forma de expresar su propio dolor, el compromiso personal de mantenerse cerca y a la vez ser discreta. Seguramente sus anteriores actuaciones como María le han servido fantásticamente en está nueva pasión. Mención aparte merece la violencia en el castigo infringido a Jesús, por la cantidad de tiempo en que se muestra y por la crudeza de las escenas. Desconozco el grado de realidad como para validar o descalificar la violencia en este caso específico, principalmente porque no es mencionado con detalle en los evangelios. No voy a sacar conclusiones, a este respecto propongo reflexiones: ¿la excesiva violencia resalta el mérito de la enseñanza de Jesús? ¿no es sacrificar la capacidad de síntesis del cine con las extensas escenas de la flagelación por ejemplo? estéticamente hablando el arte tiene por objeto la búsqueda de la belleza per se, ¿cómo descifrar la brutalidad específicamente en esta película? "...pero nos consta que los adultos dejan de oír a fuerza de ver, frente a la pantalla al menos." (1) "La Pasión de El Cristo" no es una película que requiera esfuerzo intelectual, se debe quizá a que es una historia sumamente conocida y es suficiente entonces la carga emocional que desata los golpes y el cuerpo ensangrentado y deformado. Al estar en la sala de cine fue impresionante la transformación de un público que al iniciar la película mantenía constante un ruidito de comer palomitas que paulatinamente se fue apagando dando paso a sollozos y llanto. Es una película donde su protagonista es Dios -en su segunda persona-, es totalmente comprensible que la película lleve a las personas a extremos emocionales. Jesús, "el Verbo hecho carne" dice el evangelio que puntual registra las enseñanzas a lo largo de su vida, por eso llama la atención que el Jesús de La Pasión apenas mencione palabras. "La Pasión de El Cristo" viene a reposicionar la fe de la religión católica, es interesante que la tarea de evangelización que corresponde a La Iglesia y que desde hace varios años es muy tibia, venga a ser ocupada por la película de Gibson. Por eso el Papa y la curia (algunos aún sin verla) de inmediato dieron su aval a la película. En México la película fue clasificada sólo para adultos, me parece justificada por el aspecto de la violencia. El Cardenal Sandoval de la diócesis de Guadalajara fue al extremo de decir que la cinta debería ser vista hasta por los niños, con el argumento de que si ya ven a Terminator bien pueden ver La Pasión, es decir, la violencia en una película donde Dios es el protagonista viene a justificar cualquier otra violencia. Declaración desafortunada sin duda. Más que la película en sí, lo que resulta desproporcionado es lo que rodea a la filmación y proyección de "La Pasión de El Cristo". La Pasión es una representación de actores profesionales a un hecho histórico, quizá sea un gran performance que merezca las lágrimas y ser observada en varias ocasiones. Pero no deja de ser una actuación, un juego de arte que pretende conmover, como arte busca seducir los sentidos. Y lo logra. No hay nada discutible al respecto, pero ese mismo auditorio permanece insensible ante eventos de semejante violencia e injusticia, aunque en mayores proporciones: las víctimas de guerra y terrorismo en Iraq, Afganistán, España, Palestina, etcétera. Estos hechos son actuales, y no encuentro ninguna diferencia entre un Cristo brutalmente golpeado y un niño de 7 años postrado en una cama de hospital miserable que ha perdido una pierna y un brazo por la explosión de una bomba a las afueras de su casa. La Iglesia (la jerarquía y los fieles) podrá elogiar la película, pero mientras no condene y tome acciones contra manifestaciones de violencia e injusticia en el mundo solamente resulta incoherente por decir lo menos. ¿O podemos afirmar que no hay ninguna responsabilidad al ver La Pasión porque es sólo entretenimiento? Mientras la sociedad agotada solamente se alimenta de emociones sin compromiso (véase y váyase tranquilo) como "La Pasión de El Cristo", otro tipo de asuntos seguirán quedando pendientes, pero es comprensible si no compiten por ningún premio reconocido en las avenidas de Hollywood. "Por otra parte, todo arte produce artículos de comercio, objetos de compraventa, y el que paga es el público. A los intereses de éste conviene que el nuevo arte cinematográfico esté vigilado de cerca por la crítica." (2) Gente que habitualmente no es aficionada al cine se ha dado cita para ver La Pasión. Es positivo que quienes normalmente no tengan la experiencia al menos lo hagan con La Pasión, puede ser un comienzo para que se acerquen a otras cintas. Es el mismo caso de la banda sonora, que sin ser algo extraordinario, ya el espectador comprará el disco compacto y experimentará la música como tal. Las imágenes y los sonidos sensibilizarán las audiencias, esperemos que no sea flor de un día y la euforia se apague después -supongo- de que venga la campaña de venta de VHS y DVD, así como la entrega de los premios Oscar, dónde imagino que será multinominado y ganará varias estatuillas. En el lado inverso de la moneda, se están vendiendo como parte de la mercancía de la película "clavos" semejantes (a manera de dijes para colgarlos sobre el pecho) a los que aparecen en la escena de la crucifixión, así que estamos presenciando que -al menos por unos momentos- el símbolo por excelencia de los cristianos "la cruz" está siendo reemplazada por un clavo. Después de varios años lo único que quedará será "La Pasión de El Cristo", todo este palabrerío alrededor de ella se perderá, como bien apuntó en su momento Alfonso Reyes: "Pues ¿y esos espectadores vergonzantes, que no hallan medio de dar a entender a todos que, aunque ellos han ido al cine, están muy por encima del cine y lo toman con gran desdén? Acaben de irse de una vez. Y piensen que el perfecto espectador del cine pide silencio, aislamiento y oscuridad: está trabajando, está colaborando al acto, como el coro de la tragedia griega." (3) Abril 22 de 2004. *** Pioneros de la crítica cinematográfica de habla hispana, Alfonso Reyes y Martín Luis Guzmán bajo el seudónimo "Fósforo" publicaron sus columnas en el semanario España de Madrid. Las 3 citas que aparecen pertenecen a Alfonso Reyes en su columna (dic. 9, oct. 28 y dic. 23 de 1915 respectivamente). Oscar Huerta Director de al margen . net Guadalajara, México. 1971. |
sept 2004 |