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Yo me imagino ser
Una palmera de sueltas greñas,
Con el viento salado de la noche
Besando la apacible desnudez
De las arenas
Me imagino más cerca
De lo alto,
De lo dulcemente azul
Que nos rodea
Y contemplarlo.
Soy palmera hundiéndome en las nubes,
En la soledad de plumas nacaradas,
En el callado viento que murmura
Historias de sangre, sal y barcos.
Soy la única palmera que subsiste,
La única sobreviviente a la sequía
Sola, erguida en esta isla
Sin más testigos que la espuma,
Que la arena y que los astros.
Espiga sin voz que va arrullando
El dormirse tranquilo de las horas,
Verde que sostienen las gaviotas,
Verde que se estira hasta más verde
Y que a veces
También llora
¿Qué mezcla de palabras
encierra el secreto de la lágrima?
¿Qué alquimia en qué metales
el fuego que vive en tu mirada?
¿Qué magia de antiquísimos arcanos
convierte en frutas los besos de tus labios?
¿Qué conjuro te retiene
en el aire, en el agua, en la luz,
en las alas de la alondra en la mañana?
¿Qué pócima me diste a beber
en la copa de tu cuerpo?
¿Qué milagro de las manos
de qué ángel
hace que la cruz de tu distancia,
huela a nardos, plenilunios y granadas?
¿Qué nombre he de ponerle
a este resplandor que me engendras
con licor de almendras y guayabas?
¿A qué hierba recurrir
en busca de tu aliento?
¿En qué gota de rocío
beberme tu deseo?
¿Qué fruta esconde
la tentación de tus pecados?
¿Qué pregunta es la correcta
para que contestes "sí, te amo"?
Llueve en esta ciudad,
es de noche.
Una estrella roja permite respirar
a los cometas...
Y una voz que murió hace veinte años
me recuerda,
que no importa dónde,
los amantes se toman de las manos
y se besan.
Ahí, bajo el frugal abrigo
de un almendro,
hay un hueco en un corazón que espera.
Se visten los parques
de hongos de colores
de pequeñísimas luciérnagas
de un beso que desborda
los bancos, los setos, las aceras.
La lluvia es entonces un milagro,
una razón para el calor
de un torso, una boca, unos labios.
Llueve en esta ciudad.
Es de noche,
mi roja estrella se ha marchado,
vuelo en mi cometa
mientras aquella voz repite
que los amantes se toman de la mano
y se besan.
Aida Elena Parraga
San
Salvador, El Salvador. 1966. Poeta y narradora. Su más reciente titulo
publicado: El espíritu del viento y otros
cuentos.
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oct
2004
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