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Esta mañana, el cielo y yo despertamos nublados.
Eso por ningun motivo debe presagiar desgracia alguna.
Es, como dijera el poeta, una ensoñación.
Hoy el cielo y yo nos contamos secretos.
Eso de ninguna manera debe sonar a presunción.
Es, como dijera el borracho, "algo entre él y yo".
Maritza Duarte
Aguascalientes, México.
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