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De todo lo que he vivido
nada me ha dicho mejor
que amor.
Pero el amor poco dura,
de pronto se desfigura,
marchita flor.
Y sin embargo no hay nada
que mejor que amor me diga.
Su cantiga
es sencillez de diamante,
es estrella relumbrante.
Quien la siga
ha de ser lo que ha de ser
y habrá de llegar a ver
cómo ya nada le intriga.
Así que en la soledad
me repito esta verdad
tan amiga:
No hay nada mejor que amor,
su inesperado rigor
no fatiga.
Es fuente que clara irriga
y dejando el alma en paz
sin dar de menos o más
exigiendo desobliga.
Ricardo Yáñez
Guadalajara, México. 1948.
Estudió letras en la U. de G. y la UNAM. Ha sido periodista, promotor cultural y docente en el ámbito escolar (de secundaria a maestría) y extraescolar, en diversos talleres, principalmente de poesía, escritura periodística y sensibilización a la creatividad.
Entre sus libros se cuentan Ni lo que digo, Dejar de ser, Antes del habla y Prosaísmos.
Actualmente escribe para La Jornada
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