baño lleno de sapos
alfredo carrera lópez




   La mujer de larguísimas manos, está en el baño, masturbándose con manos que no son suyas. La casa está como la dejé, como la dejo siempre. Leí, pues los sapos no llegarán, menos ella.

   He llegado al punto de encuentro y ya nadie está. Dejé la servilleta desgarrada, pero hecha bolas. No jugué más con los papeles. Dejé la taza servida. Recogí las cáscaras y doblé la bolsa que me dejó, comprendo que me quiere dejar solo.

   Tiempo atrás pensé en acompañarla, tenía ganas de tenerla para escuchar a todos los sapos alrededor; mas hoy sé que el baño está lleno, que con ella basta, es muchas mujeres y muchas manos. Recuerdo que nos observaban, que abrían caminos entre ellos al levantarnos de la cama para que pudiéramos ir al baño o bajar a la cocina.

   Nunca nos molestó, parecía inofensivo; cuando abandonábamos la casa por algunas horas la rodeaban y apenas volvíamos estaba de nuevo llena de sapos.

   Tuve que dejar una sola noche la casa, mi madre moría. La mujer había enfermado y la dejé con ellos.

   Y ahora, en estos días, sólo escucho a sapos quejándose, me acerco al baño y el ruido es muy intenso, la han invadido completamente, varios han ocupado mi lugar. La puerta del baño no se puede abrir, ya no sé si pueda respirar.

   Llego a la casa esperando ver la taza medio vacía, quiero saber si sale para alimentarse. Quiero ver moronas de pan en el piso, quiero tener noticias de ella.





alfredo carrera lópez
Morelia, Michoacán. México. 1984.
Dirige la revista El Subterráneo.
Ha publicado en las revistas AlterArte, Plástico, Kronos, Revista800, La Panacea; en los suplementos Acento, Altamar y Cartapacios y en los libros colectivos Figuración de Instantes y Son de Marzo, de la Universidad de Guanajuato. Estudia la Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas en la UMSNH y es miembro del taller de narrativa de la misma universidad coordinado por Neftalí Coria.