el día que Dios lloró
iván peralta





     Aún estábamos nombrando a los animales del paraíso. Habíamos conocido al caballo, a la paloma, al lagarto, al delfín; vimos volar entre nuestras cabelleras a la hoja doblada. Se hicieron presentes el axolote, el león, la pantera, el pez, la cabra, el buitre, el jabalí; corrimos entre los árboles y la caña, nos recostamos en un prado de flores y cortamos tréboles y pisamos el estiércol. Al final conocimos a un animal parecido al caballo, pero del color de la paloma y tenía un cuerno como el mío. Este unicornio –así dijo que se llamaba- nos llevo por las praderas del Edén junto a otros animales, este fue el segundo día más memorable que se recuerde en el paraíso.

     Al día siguiente fuimos a buscar al unicornio para que nos paseara. Lo encontramos recostado junto a la cascada entre unas piedras; parecía dormido. Así duró varios días, creíamos que dormía como el oso, pero la serpiente nos dijo que el unicornio no invernaba, que el Edén había descubierto la muerte. Era un estar dormido del que jamás despertaría.

     Dios al oír el alboroto en el paraíso vino a ver lo que pasaba. Al darse cuenta de que el unicornio estaba muerto cuestionó lo que había sucedido, pero nadie supo responderle. Dios tomó entre sus brazos al unicornio y durante cuarenta días lloró, lloró como nunca más llorará en su vida, ni aún después de que Simón sea crucificado de cabeza, ni cuando Judas Iscariote se cuelge en una higuera, ni cuando Juana de Arco sea quemada viva, es más Dios no llorara ni cuando muera su hijo, si es que algún día llega a tener uno.

     Pero Dios en su desesperación toma la tierra del Edén y sus lágrimas, trata de volver a crear al unicornio pero en su melancolía resulta una bestia endurecida y abstrusa, ya no es esa criatura poética. No, ahora es una figura que sale de entre la tierra bufando y levantando ese cuerno obtuso de agresión masculina. Dios ha creado al rinoceronte.





iván peralta
Zapotlán El Grande, Jalisco. México. 1982.
Pertenece al taller de literatura de la Casa de la Culturea de Ciudad Guzmán, que coordina Ricardo Sigala. Ha públicado en el Tragaluz núm20, Liliput en Nayarit, es creador de la columna La Jirafa en El Diario de Zapotlán, donde actualmente trabaja como editor. Estudia la licenciatura en Filosofía.