de días y de noches
leticia cortés




para Aldo


Tú sabes
- y bien sabes –
que algunos labios
saben a fracaso,
otro son
navajas de odio…
Que uno tiene que levantarse
aunque no se tengan muchas ganas,
uno tiene que morirse
aunque no se tengan muchas ganas,
uno tiene que enamorarse,
aunque no se tengan muchas ganas,
porque las calles son
bocas de tumbas abiertas
porque con cada paso morimos
y nos perdemos
nos entregamos.
Y sabes
que cuesta trabajo no temblar
cuando algo cobra sentido,
cuando el café
toma el sabor de una piel,
cuando la melancolía
adopta el nombre de una mujer,
y los recuerdos son
notas de colores pegadas en el pecho,
en el corazón
en el vientre
en los muslos.
Sabes
que el hombre detrás del espejo
sigue siendo el mismo,
que has perdido una llave
y las sábanas no huelen
sólo a tu cuerpo.
Sabes
que la poesía puede ser mejor
que un hombre o una mujer
que a veces nos besamos
de días y de noches los cuerpos,
y las lenguas nos producen
estalactitas,
la saliva
purifica la soledad
contamina el sentimiento.
Que cuando decía X,Y o Z
podía referirme a ti.
Que la cerradura del cuarto
hace varias noches me pertenece.
Camino en tu espacio
y declaro todo lo que creo desconocido.
Bien sabes
que no es necesario mirar para sentir
que tienes que aprender a ver sin tocar
y las palabras son
millones de flores pereciendo.
Que cargamos en la espalda
un bulto pesado con nombres
y la suma de esos nombres
es el resultado de nuestras lágrimas.
Que trato de mirarte
el tiempo suficiente
para ponerme triste
y temblar
de días y de noches.
Tú sabes
que la soledad no es una llama,
sino una llamarada producida
por el deslice de los rostros y la nariz,
Que habitamos en la calle melancolía
y nuestro cuarto tiene por paredes
el aliento de un hombre
y una mujer.
Que los recuerdos
son demasiado comprensibles
y que somos nosotros
quienes nos empeñamos en decir
“no te entiendo”
y poner punto final a la historia.
Sabes que la múltiple soledad aguda
nos revienta los tímpanos
duele en las uñas.
Nos revienta la piel.
Bien sabes
que el amor se recicla
así como se recicla el papel,
las latas,
el plástico.
Sabes
que siempre queremos un mañana
por eso nos levantamos
aunque nos cueste trabajo.
Tú sabes
que en el techo de un hotel
pueden suceder
tantas cosas.
Que los besos
pueden más que la tristeza,
que me quedaré en tu cama para siempre
porque no puedo
con esta desnudez de tristeza,
que las notas dejadas con carmín en el espejo del baño
acogen la fotografía de mi alma.
Tú sabes
que es mejor
dejar la puerta abierta
y la luz prendida.
Sabes
que a veces amanece cuando anochece.
Que el adiós es triste y doloroso.
Que nuestro sol se oculta
a falta de recuerdos
de días y de noches.
Que el amor corta
como el borde de un hoja de papel.
Que nuestras cicatrices de arena
permanecerán para siempre aquí.





leticia cortés
Me llamo Leticia. Me pusieron así porque así se llama mi madre. Nací en Guadalajara un viernes lluvioso de 1980, el 22 del mes en que el cielo se llena de cometas. Mi elemento es el fuego. Me llamo Leticia. Significa Alegría. Mi vida se mide antes y después del silencio. Todo se resume a lo contrario a lo que significa mi nombre. Tengo grabada la melancolía en los lunares grises de mis ojos. En las líneas de mis manos está escrita la palabra tristeza. Estoy aquí porque no encontré otro remedio para curar mi garganta. Porque no tenía otro lugar a dónde ir. Soy presa de la escritura. Y no me iré, aunque me quieran aventar al vacío, no me iré. Porque a veces soy más terca que creativa.Me llamo Leticia. A veces soy poeta y a veces poema. Y no me extrañaría que de repente me quedara sin movimientos: con la mano estirada hacia un papel que no existe, tratando de escribir con tinta invisible, un nuevo lenguaje que respire.