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Volví al lugar.
regresé sin ti al mismo sitio
encontré la tenue luz que iluminó tu rostro
y oí el silencio, cómplice del secreto.
Seguías ahí como un fantasma
alrededor de las cosas y los muebles.
Pronuncié tu nombre sin esperar respuesta
y escuché tu voz infinitamente tierna.
Faltaste a la promesa de olvidarme
y yo, a la de no esperarte.
Te amaré, una vez más, demasiado tarde.
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