Aníbal Paz
Espero que te sacudan los tobillos con sus hondos gritos sepultares.
Te va a doler, eso te va a doler, como una macumba ennegrecida.
Te van a estirar la piel como una esterilla ensangrentada.
Te va a sangrar la boca y seguirás peleando,
batallarás como si fueras uno de ellos.
Tu pecho se inflará, y empujando el alma se estará erizando los bellos.
Los lanceros te harán sangrar la frente y morirás rengueando.
Galoparán en el desierto y vos quedarás tirado viendo como
la nube de polvo que desvanece desaparece.
Se irán llevando con ellos el grito salvaje, el mismo que ahora conocistes,
gracias a la muerte, al dolor y al coraje que se encuentran cada vez que se pelea.
Ahora te queda un silencio calmo, imprescindible para descansar.
Argentina, 1978.
