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Haré entonces a la mujer a mi imagen y semejanza, ella dominará la
vida sobre la tierra.
Hizo pues a la mujer por sobre el resto de la creación, la llamó
"Sara" y a su cuidado puso un ejército de ángeles. Rodeada de
jardines y de animales maravillosos. Pero con toda su omnipotencia no pudo
prever que Sara se enamoraría del ángel más bello.
Rompió en celos al ver a su ángel preferido besando a la mujer, a
su creación perfecta. Se apresuró y de sus manos creó al hombre, semejante
a ella, pero le otorgó una mayor fuerza en el cuerpo. Aún el hombre dormido,
le dijo al oído: Dominarás a la mujer. Sopló y se apresuró en ponerlo en
aquella tierra que llamaba paraíso.
Sara ignoró la presencia del hombre y el ángel más bello desobedeció
la orden de alejarse de ella. Fue maldecido y expulsado del amor de Dios.
Lo llamó "diablo".
Sin embargo diablo no abandonó a Sara, ni ella lo dejó de amar. Fueron
arrojados del paraíso por la ira de Dios, ambos se alejaron dejándolo todo
atrás. |
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