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En cada ángulo y fantasmal recta
en cada ondulación que quisiera ser ola
pero es cuerpo, y como cuerpo depende
no de la luna, pero sí del amor
no del meteoro, pero sí del deseo
así
sexo y aparte.
***
Más le hubiera valido quedarse quieto, ya no moverse
pero
se levantó, necio hasta el upper cut
en el ring fue un muñeco esa noche
(igual
cada noche con la Señorita X)
recibió cada golpe de lleno -quizá con amor-
(igual
amaba a la Señorita X)
el ojo se hinchó, el pómulo, la ceja cortada
el último golpe no lo vio venir
boca
arriba, bañado en su sangre
se fue al vestidor en camilla
la
Señorita X ahí lo esperaba
también
acabó con él.
***
Indómito, el cuerpo de la Señorita X
es una piedra infranqueable, sólida
sólo yo sé encontrar el manantial
que brota de la piedra cerrada
en mis manos se torna dócil
barro, suave, tibio
la moldeo de mil maneras
gira sobre su eje
se despierta
convierto el cuerpo inquieto
en la Señorita X de siempre
una y otra vez.
***
La Señorita X sólo a mí me decía lindo
bueno, también a los gatos
un día le pregunté qué sentimiento le inspiraban los gatos
contestó:
"pinches gatos, son lindos pero no sirven para nada".
***
Lo mejor de la Señorita X era su cuerpo
mirarla caminar desnuda por el cuarto
desenfadada
sigilosa, felina
inconsciente de sí misma.
***
Fue por ella como quien sale a conquistar el mar
rumbo al horizonte, donde brillaba color naranja
nerviosa lo esperaba
volvió un día
por la noche
con la marea alta y la luz de la luna
llegó su corazón bañado en rojo
luego sus brazos, luego las piernas
y quedó por completo, en pedazos
entre las piedras.
***
En un café nos encontramos
la tarde era lluviosa
ella tenía la mirada perdida
en la calle, ni siquiera me miraba
si acaso le daba un sorbo al café
de pronto me miró
su expresión era de asombro
"¿te has fijado que la superficie no es plana?".
***
Aquel
usaba a la Señorita X como cancha de fútbol
dibujaba tantas tácticas que era imposible entender
le hacía el amor vistiendo una camisa del Real Madrid
(como si en verdad supiera jugar)
campo sagrado
bajo el 5 de Zidane.
***
Cuando despertó
la Señorita X todavía estaba allí.
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