Sobre la naturaleza humana y también sobre la manipulada
José Repiso Moyano



 El dolor es connatural al ser humano pero psicológicamente no -sí unas predisposiciones, como todo-; pues depende de unas sensibilidades cultivadas y de unos valores humanitarios. Así, mientras unos sienten dolor ante un niño que pasa hambre otros al momento siguen con lo suyo o, incluso, ganando más y más dinero como si nada, como si tuvieran escrúpulos de piedra.

Digamos que mientras unos se conduelen ante una injusticia o son coherentes ante ella -fieles, consecuentes, equilibrados- con unos valores sólidos otros siguen o copian rápidamente a un tal Bush el Grande derrochando medios para su egolatría o errores o para sus tonterías sin arreglo por doquier.

O sea, unos responden -se conmueven- con dolor ante lo que no pueden aprobar o dar las espaldas o a lo que es realidad -y se les considera a veces enfermos- y otros, sin embargo, son imitados sólo porque tienen "poder" aunque no tengan vergüenza...; pero mediáticamente se admiran porque tienen "poder" sobre los demás -cuando son esos los verdaderamente enfermos mentales o alejados de la realidad o desequilibrados de todo tipo de verdad o de razón-.

Sólo, únicamente la empatía nos da una señal de la cordura.



Bases humanitarias

Pecados capitales para Ghandi: "Riqueza sin ser trabajada, conocimiento sin un carácter, comercio inmoral o injusto, ciencia sin humanidad, corazón sin sacrificio, política sin principios".



Sobre la manipulación psicológica que hacen algunos

Si tú reprimes tus sentimientos ¿cómo puedes decir que eres honesto si esta virtud se basa en manifestar lo que sientes?, ¿cómo se come eso?; también ¿cómo sentirte libre si vives en una represión interior?; también ¿cómo saber de la realidad si evitas o eludes o aíslas a la realidad?

¡Ah!, pero otro asunto, otro contexto, otro "mundo" es el aislarte de algo o de alguien que te provoca o te da un problema en tu propia vida; ¡ah!, también el aíslarte de un problema social "caliente" para reflexionar sobre él "en frío" pero esto se lleva a cabo ¡siempre! después de que te hayas tú acercado, de que lo hayas sentido ya como tú eres -y es otra cosa, se trata de que ya te ha conmovido-.

Por supuesto, y es que las emociones han de estar racionalizadas, esto es, ser guiadas por un tú de valores y de principios para que haya así ¡siempre! una preferencia del sentimiento de paz sobre el sentimiento de guerra -por ejemplo-; he ahí ya que las emociones son -por civilidad o por cordura- emociones de algo racional: de lo justo, de la bondad, de lo armónico, etc.

A ningún pintor se le ocurre decir "Voy a pintar reprimiendo mis sentimientos" -porque estaría entonces loco o sencillamente no pintaría- ni a nadie de cabeza suficientemente, digamos, amueblada.

Otra cosa es preferir o "sobrealimentar" tipos de sentimientos ante algo; ah, pero después de no aislarla -la realidad- y de no reprimir nada que forma parte de la identificación diferencial de cada persona.



José Repiso Moyano.
San Marcos, Málaga, España.
Ha publicado: Cantos de sangre (Ediciones Rondas,Barcelona, l984) y La muerte más difícil (Ediciones Torre Tavira, Cádiz, l994). Ha ganado los premios: "Ángel Martínez Baigorri" de Navarra; "Encina de la Cañada" de Madrid. Es asesor literario de la colección Torre Tavira de Cádiz. Ha colaborado con ensayos, artículos, poemas en más de 100 periódicos de todo el mundo.