Alejandro Barragán


el ariete Fox


Se han escrito ya, cientos de artículos dedicados al fracaso del gobierno del cambio; sobre la falta de rumbo en la política de Estado y el fiasco que resultó ser el gabinetazo tan falto de experiencia y sensibilidad social.

Escribir sobre lo pobre que ha sido el resultado de nuestro gobierno, ya no es ninguna novedad. Es más, resulta ya hasta trillado y enfadoso. Resulta evidente que no es necesario leer el periódico o ver los noticieros. Nos hemos dado cuenta que en mas de un año y medio del gobierno foxista, los cambios prometidos sólo han sido para la foto y eso no nos ha beneficiado en nada a nadie.

Sin embargo, he decidido escribir de nuevo sobre nuestro presidente, porque él mismo es noticia y es difícil pasar por alto su actitud y repetidas apariciones televisivas. Sus noticias son siempre chuscas y patéticas. Es un personaje cómico que vive en la casa de Los Pinos.

Y aunque de verdad quería evitar escribir sobre sus actitudes, no pude resistir las ganas de comentar acerca de la fiebre futbolera que nos ha inundado a todos, inclusive a la mismísima realeza presidencial.

Con la clasificación de nuestra selección a la siguiente fase, las fotografías en los diarios, no sólo muestran a los héroes futboleros, ni las escenas importantes de los partidos, algunas primeras planas, contienen al presidente con Marthita usando la camiseta verde de la selección. Como si ellos mismos tuvieran también el crédito del triunfo mundialista; es más, hasta escuché del cuasi vocero presidencial Pedro Ferriz de Con su propia teoría de los buenos resultados de la selección, atribuyendo su éxito a que ahora somos un mejor país.

Decía pues, que la figura desgastada y desacreditada del presidente sigue apareciendo demasiado en los mejores horarios televisivos echando porras a la selección y luciendo su fervor patriota-futbolero como si quisiera aprovechar el ánimo nacional y esta hipnosis colectiva en la que vivimos para recuperar esa popularidad efímera que se ha venido deshaciendo desde el mismo d¡a que tomó el poder.
Sin embargo, en las notas donde deber¡a estar como lo son, el conflicto de la deuda de agua a Estados Unidos, la aclaración de la procedencia de los fondos para su campaña, el esclarecimiento del crimen de campesinos en Agua Fría, y eso sin mencionar las nebulosas de la reforma energética y el regreso del tema de la homologación del IVA; ahí donde es su área chica simplemente no se le ve.

Hablando de futbol, el presidente no solo no la ha regado, es más, ha adivinado marcadores de la selección. Aunque estoy seguro de que el presidente ya comienza a preocuparse. ¿Ahora con qué pretexto saldrá  en televisión cuando el mundial se termine? Lo que a m¡ me preocupa es que ya se le ocurrirá algo.