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Noemi Hernández*
el lamento de Gaia
Desde lo oscuro del espejo se alza mi lamento
Que tu sueño refleja hasta el amanecer más próximo:
Mundos gaseosos en metal me avientan al abismo de la asfixia
Mientras la suplica de aire se queda en el intento
Pululantes larvas y gusanos se pasean por mi interior;
Roedores y cucarachas se desviven por mis pulpas putrefactas
Mi llanto ya no es de sal, ahora es mar viscoso;
Traicionero venenoso se desborda desolado.
Ácido oasis es pensar en el antaño,
cuando en mi ser rebozaban promesas y manjares
Lo que he parido, por gracia y virtud, a mi regresa
Más ahora vuelve corrompido y frío como remoto extraño.
Mancillada por polímeros, las semillas buenas no se logran
flor de ceniza me estoy quedando.
*Noemí Hernández
Guadalajara, México. 1974.
Es redactora de al margen
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